Compartir la gloria con los productores

Una característica común de aquellos productos que están en riesgo de extinción es la alta media de edad de sus productores. Si no se consigue cambiar esta situación, al mismo tiempo que desaparecen los productores, los productos se quedan huérfanos, sus semillas arrinconadas en los botes de cristal o en bolsas de plástico, las razas pasan a mayor vida, olvidadas para siempre. Por este motivo es imprescindible realizar diferentes acciones para evitar estas pérdidas. Los baluartes de Slow Food y el Arca del Gusto, en general, intentan atacar las diferentes problemáticas que presentan los productos en riesgo de extinción.

Ha llegado el momento de acompañar a todas estas acciones, de algo esencial en esta lucha y es ni más ni menos que dignificar los diferentes oficios de los productores. Debemos elevar a los productores al mismo nivel que gozan hoy en dia los cocineros en nuestra sociedad. Si queremos que los hijos de los productores y gente joven en general, sigan con las producciones singulares de alimentos buenos, limpios y justos, éstos deben compartir gloria con los cocineros.

Parece algo muy lógico, pero hagamos una prueba: pidamos a cualquier persona de la calle que escriba una lista de 10 cocineros, con nombres y primer apellido y acto seguido pedimos que escriban 10 nombres de productores singulares. Seguramente que la mayoria no escribirán ningún nombre en la segunda lista. Esta es la realidad.

Otra realidad es que la mayoría de cocineros “mediáticos” utilizan productos de productores locales, singulares e incluso ecológicos. Gracias a éstos consiguen que sus creaciones culinarias lleguen a la excelencia y ésta les lleva a la fama y a la gloria. Pero ¿ por qué motivo muy pocas veces los cocineros en entrevistas en los medios, nombran a estos productores que les proporcionan estos productos ? ¿Por qué motivo la mayoría de periodistas gastronómicos nunca preguntan por los productores, nunca los mencionan cuando hablan del trabajo del cocinero en sus artículos ? Los cocineros debemos dar a conocer a nuestros productores. Sus nombres y apellidos deben figurar en nuestras cartas. Los periodistas deben dar más protagonismo a estos magníficos profesionales. Los sabores y la biodiversidad bien lo merecen.

Valentí Mongay Castro